Muchos entrenan la parte tecnco-tactica, la parte física y se sorprenden, que, si bien le dan casi un 50% a la “cabeza”, muy pocos hacen algo específico.
Si nos remitimos también a los tiempos en un partido, veremos que solo el 10% del tiempo, se está “pegando”, es decir, que 6 minutos por hora, son de golpes, mientras el resto del tiempo se usa para que … golpeen los rivales, compañero, descanso entre puntos, descanso en cambios de lado si hay. Considerando entonces que muchas veces los profes, hacemos ejercicios para mejorar los golpes y tácticas que se emplea solo en esos 6 minutos por hora.
Por otro lado, profesores y preparadores físicos, estamos preparados, para mejorar técnicas, corregir errores y tratar que los jugadores, sean más fuertes, más resistentes, salten más alto, sean mas rápidos, etc. Pero cuando el planteo es referido a situaciones de conflicto entre compañeros y circunstancias que surgen de su mente, ahí quedamos casi sin información.
Claro que el profesor, vendría a ser una suerte de “contratista” de servicios afines con el juego del entrenado. Por ello, considerará el trabajo interdisciplinario, junto al preparador físico, psicólogo, nutricionista y seguramente algún profesional relacionado a la recuperación.
Si bien sería importante, trabajar con frecuencia con algún profesional relacionado, también algunas premisas en el entrenamiento ayudaran. Como entrenar en condiciones “no ideales”, canchas que no se encuentren a gusto, más rápidas, más lentas, con alambres o rejas, con bolas muy rápidas o muy pesadas, en horarios extremos en temperatura, mucho calor o frío, sol en contra, etc, en síntesis, que el jugador experimente situaciones externas, para que pueda solo focalizarse en el juego.